PROTECCIÓN
La protección tiene diversos objetivos.
1.- Evitar la repetición del accidente.
Demasiados socorristas olvidan que se hallan en una carretera transitada, o que el aparato responsable del primer accidente sigue funcionando.... Se corre así el riesgo de asistir a otro accidente provocado por el primero y del que los propios socorristas podrían resultar víctimas. En la carretera, la señalización con triángulos de seguridad, luces intermitentes y otras indicaciones pueden evitar la repetición del accidente. En otras partes, será la desconexión de un circuito eléctrico o de la alimentación del gas lo que permita la prevención.
2.- Proteger a los heridos de otros riesgos potenciales.
Se trata de las evacuaciones de emergencia, la creación de zonas de seguridad, la extracción de una persona de un vehículo o de un edificio incendiado, medidas que permiten limitar los daños a los del accidente inicial.
3.- Proteger los bienes.
No es, en general, una tarea urgente y corresponde más bien a la policía o la Guardia civil. No obstante, puede ser útil que un socorrista se asegure de que en la zona del accidente no se produzcan saqueos. De esta forma, contribuirá también a salvaguardar los indicios materiales que permitirán la identificación de las víctimas y facilitará la investigación destinada a determinar las responsabilidades.
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