DAR LA ALARMA Y SOCORRO
Dar la alarma constituye la obligación fundamental del testigo de un accidente. Permite la movilización de los medios médicos, materiales y de seguridad más apropiados.
Socorro, pasan necesariamente varios minutos entre la llamada de socorro a los servicios públicos y su llegada. En esos momentos de espera, algunas acciones simples, si se practican a tiempo, pueden salvar una vida. Es necesario realizar un rápido examen de las funciones vitales de cada víctima y afrontar inmediatamente cualquier situación que pueda amenazar su supervivencia: detener una hemorragia, practicar el boca a boca a alguien que sufre una parada respiratoria, evitar la asfixia de una persona insconciente, acostar a un individuo que presenta dificultades circulatorias, etc.
La intervención del testigo concluye con la llegada de los socorristas competentes. De todas formas, su acción durante los primeros minutos resulta fundamental para la supervivencia de las víctimas.
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