TIPOS DE EJERCICIOS
El tipo de ejercicio se puede clasificar como aeróbico, anaeróbico y actividades de baja intensidad. El ejercicio aeróbico es aquel que se realiza en presencia de oxígeno y se hace para mejorar la capacidad cardiopulmonar en deportes de resitencia. Este tipo de actividad aumenta la frecuencia cardiorrespiratoria y disminuye la resitencia vascular periférica en función de la duración y la intensidad. Este efecto proporciona entonces importantes beneficios en la prevención y rehabilitación de la enfermedad coronaria, hipertensión arterial y diabetes. Los deportes implicados comprenderían bicicleta, esquí de fondo, danza, patinaje, carrera, marcha o subir escaleras, natación, etcétera.
El ejercicio anaeróbico, en cambio, es aquel que se realiza en ausencia de oxígeno y permite una intensidad elevada pero de muy corta duración. Se hace fundamentalmente para mejorar la velocidad y así a la larga poder mantener un ritmo de carrera más elevado durante más tiempo, al estar habituados a rozar nuestro umbral anaeróbico.
Las actividades de baja intensidad como los estiramientos, relajación, ejercicios terapéuticos, son ejercicios complementarios que no logran producir el efecto entrenamiento y no proporcionan grandes beneficios cardiovasculares pero sí se recomiendan a personas con enfermedades cardíacas, hipertensión, enfermedad vascular periférica, obesidad, trastornos psíquicos como angustia o depresión al mejorar aspectos en la esfera mental del individuo.