EL ALCOHOL
Cuando la gente habla de alcohol se refiere a bebidas que contienen diversas cantidades de alcohol puro. Las bebidas alcohólicas tienen un valor limitado en forma de azúcar ( por ejemplo, los vinos dulces) y carbohidratos (en cervezas y otras bebidas hechas de grano), pero el alcohol es una droga, una sustancia que afecta a la mente y al cuerpo. Tomado con moderación el alcohol puede estimular el apetito y producir una sensación de bienestar. Esto se debe a que el alcohol aumenta el riego sanguíneo en la piel, con lo cual se produce en el sujeto una agradable sensación de calor. Cuando llega al cerebro, reduce la ansiedad y aumenta la confianza en sí mismo, pero tiende a afectar a diferentes personas de modo distinto. Una misma cantidad puede convertir a alguien en el "alma" de una reunión o, por el contrario, en una persona violenta y agresiva, también hay personas a las que les envía a la cama a dormir un plácido sueño. Una vez que alguien que ingiere gran cantidad de alcohol es incapaz de dejar la bebida sin ayuda, podemos decir que se trata de una persona alcohólica. El alcoholismo tiene una serie de efectos muy peligrosos tanto físicos (cirrosis hepática, insomnio...) como emocionales y sociales (ruptura familiar, ansiedad y depresión, pérdida de memoria...). Existen centros de ayuda y asociaciones a las cuales cualquier persona "enferma" se puede dirigir.