INMUNOLOGÍA
En el medio ambiente existe una gran variedad de microrganismos patógenos para el hombre (y para los otros animales), y éste no podría sobrevivir si no dispusiera de mecanismos capaces de erradicarlos o impedir su crecimiento una vez que aquéllos lograsen atravesar las barreras externas cutaneomucosas.
Hay dos grandes tipos de mecanismos: los que integran la denominada inmunidad (inmune, del latín "estar libre de carga") natural o no adaptativa o inespecífica, y la denominada inmunidad adaptativa o adquirida o específica.
El primer tipo se halla ya presente, en diversos grados y modos, en los animales invertebrados. Se trata de una serie de elementos moleculares (proteínas de la fase aguda, como la proteína C reactiva, las colectinas y defensinas, el complemento, interferones y otras citocinas) y celulares (células fagocíticas mononucleares y polimorfonucleares, células agresoras o asesinas naturales) dotados de distintos grados de poder microbicida o microbiostático directo o indirecto. Todos ellos carecen de capacidad de reconocimiento específico y se hallan siempre presentes dispuestos a actuar, o bien su aparición efectiva es inducible con gran rapidez, y su actuación no implica un incremento de su eficacia en actuaciones siguientes.