INTOXICACIÓN
La causa de la mayoría de las intoxicaciones se produce por descuidos o, a veces, por accidentes industriales. Para que se produzca una intoxicación, ésta es a partir de un veneno o de un tóxico. Tanto el veneno como el tóxico son sustancias que administradas en cantidad suficiente pueden dañar el normal funcionamiento del organismo. Los tóxicos incluyen una enorme gama de sustancias que pueden penetrar en el cuerpo a través de la piel, la boca o los pulmones. Por ejemplo, las picaduras por insectos como abejas o avispas, y venenos de serpientes, peces o arañas forman parte de este tipo.
También pueden ser tóxicos los gases por humos industriales, los gases del escape de los coches o los que se desprenden de un incendio. Las intoxicaciones alimenticias se manifiestan normalmente por vómitos y diarrea que se resuelven espontáneamente en pocos días. También tenemos que tener especial cuidado con algunas plantas, pues son varias las que contiene sustancias tóxicas. No hay que olvidarse de una de las causas más frecuentes de intoxicación, ésta es la ingesta incontrolada o inadecuada de medicamentos. Las píldoras para dormir, los tranquilizantes, el exceso de alcohol, pueden llegar a deprimir el trabajo cerebral hasta tal punto que el cerebro es incapaz de controlar la respiración. Los antidepresivos, por ejemplo, puede dañar el corazón si se administran de forma suficiente. Los compuestos petrolíferos, como por ejemplo, la gasolina, pueden tragarse y salir del cuerpo tras pasar por el intestino, pero si alcanzan los pulmones, pueden producir una neumonía. De ahí, que los pacientes que se intoxican con parafina, gasolina o productos similares no se les pueda provocar el vómito. Pero, también, hay casos de intoxicación alimentaria, causada por la ingestión de alimentos contaminados con bacterias, toxinas o sustancias químicas. Sustancias químicas como el DDT, u otros insecticidas utilizados en agricultura, pueden originar este tipo de intoxicaciones. Es frecuente la intoxicación por setas venenosas o de moluscos contaminados, que pueden incluso llegar a afectar al sistema nervioso del hombre.
