DIABETES
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por una secreción algo mayor de orina y con exceso de glucosa. La diabetes sacarina o diabetes mellitus, generalmente, ataca a personas corpulentas y bien alimentadas. En la mayoría de los casos esta enfermedad tiene origen hereditario, aunque no es la única causa. Una de las primeras manifestaciones de la diabetes es la excreción de azúcar en la orina, pero ésta puede pasar fácilmente desapercibida, ya que no produce dolor ni ninguna otra sensación desagradable. Pero a medida que la enfermedad madura, el paciente comienza a experimentar una pérdida de peso y fuerza, aunque coma más de lo habitual. Más tarde, los síntomas se manifiestan de manera más evidente, ya que el paciente tiende a la debilidad extrema y a sufrir una serie de ataques comatosos, durante los cuales su aliento despide el olor tan característico de la acetona. La circulación en las extremidades es insuficiente, y la gangrena en los dedos de los pies es bastante frecuente en las personas mayores. Aunque la principal evidencia de que se padece de diabetes está en la orina, ésta dolencia no es renal, sino, que es una enfermedad del páncreas. En el páncreas se encuentra grupos o formaciones de células más pequeñas que las que produce el jugo pancreático. Estas células agrupadas producen una hormona llamada insulina, que ayuda a controlar el metabolismo de los hidratos de carbono en el organismo. A veces, esas células degeneran, produciéndose una insuficiencia de insulina, una disminución de la capacidad del organismo para aprovechar los hidratos de carbono y la consiguiente aparición de azúcar en la orina. Por tanto, la diabetes se produce como resultado de la excesiva producción y asimilación insuficiente del azúcar. Se acumula en la sangre, y el exceso es eliminado por lo riñones.