VITAMINAS
El término vitamina no quiere decir otra cosa que amina vital (en realidad son proteínas). Inicialmente, cada una de las vitaminas fue conocida por una letra de acuerdo a sus propiedades curativas o profilácticas. Sin embargo, en la actualidad, se tiende más bien a la denominación descriptiva, aunque la modalidad alfabética sigue en vigor.
Las vitaminas son potentes compuestos orgánicos presentes en baja concentración en los alimentos, que desempeñan funciones específicas y vitales en las células y en los tejidos del cuerpo. No pueden ser sintetizadas por el organismo, y su ausencia o deficiente absorción determinan enfermedades carenciales específicas. Difieren entre sí en cuanto a su función fisiológica, estructura química y distribución en los alimentos.
Las cuatro vitaminas liposolubles, A, D, E y K no tienen nada en común en los que a su estructura química se refiere, salvo el hecho de que todas son solubles en las grasas y en los disolventes de las mismas. La vitamina A es un constituyente de los pigmentos visuales y contribuye al mantenimiento del tejido epitelial y del crecimiento y el desarrollo, principalmente. La vitamina D es necesaria para la absorción del calcio, imprescindible a su vez, en el desarrollo y mantenimiento del tejido óseo; la luz solar constituye una fuente muy importante de vitamina D. La vitamina E asiste posiblemente en el mantenimiento de la integridad estructural de la membrana celular. Y la vitamina K, es imprescindible para la coagulación de la sangre.
Las vitaminas hidrosolubles, como su nombre indica tienen en común que son solubles en agua, y son el ácido ascórbico o vitamina C y el complejo vitamínico B. Las funciones de la vitamina C en los procesos vitales son muy numerosas, y una carencia de la misma produce escorbuto, esta vitamina desempeña un papel importante en la formación del colágeno y previene de determinadas enfermedades producidas por bajas temperaturas (infecciones de las vías respiratorias, catarros...). En la actualidad se conocen 12 fracciones vitamínicas B, y aún se postula la existencia de más, entre ellas se encuentran la tiamina, la riboflavina, la niacina, el ácido fólico y el ácido pantotéico.
