EQUILIBRIO ENERGÉTICO
La aportación calórica debe adecuarse a las necesidades reales. Por ello, es necesario comenzar por la evaluación de las necesidades alimentarias efectivas. Por termino medio, un varón europeo consume de 2400 a 2800 calorías al día, mientras una mujer quema alrededor de 2000 a 2200 calorías. El trabajo manual y la actividad deportiva pueden aumentar las necesidades, aunque menos de lo que generalmente se cree:
- una hora de sueño representa 60 calorías.
- una hora sentado, 120 calorías.
- una hora de caminata, 240 calorías, más o menos como una hora en bicicleta.
- una hora de tenis significa el consumo de unas 480 calorías, algo menos que una hora de natación.
Hay algunos períodos de la vida, como el crecimiento, la pubertad o las situaciones de convalecencia, que naturalmente requieren una mayor aportación energética. En cambio, con el avance de la edad las necesidades energéticas tienden a reducirse.
En líneas generales, se ha comprobado que los habitantes de los países occidentales y, sobre todo, los norteamericanos toman unas raciones alimenticias superiores a sus necesidades. La causa principal no consiste en la elección de los alimentos, con frecuencia correcta, sino en el desconocimiento de las calorías ocultas en los tentempiés, patatas fritas, pastas y refrescos azucarados, consumidos muchas veces delante del televisor. Algunos estudios han demostrado que las personas subestiman en un 20% aproximadamente la aportación calórica que creen tomar.